Unidad Diseño

Villas Playa Quieta

En la ladera que limita este fraccionamiento hacia la playa, se situaron los dos grupos de edificios que constituyen el proyecto Playa Quieta, cuya silueta se deriva de la conformación topográfica del terreno, resultando un juego de volúmenes que serpentea por la ladera a diferentes alturas, dando la impresión de que emerge del promontorio como si fuera parte de él, respetando totalmente la vegetación del cantil hacia el borde de mar, rica y abundante en Pitayos, Flores de Mayo y otras especies menores.

Las posibilidades de ubicación, siempre en función de la topografía y la vegetación, generaron diversas combinaciones que alternan villas de dos, tres y cuatro recámaras.

La recámara principal, la estancia y el comedor, cuentan con amplias terrazas y una alberca a nivel de piso, que amén de ser un espacio de “estar con agua”, hace las veces de baranda invisible.

Los materiales utilizados responden al sentido de integración con el paisaje, por lo que la madera, el corazón de palma y el barro de las tejas, están en armonía con los colores terrosos de sus piedras y arena, usados también en los aplanados uniéndose plenamente a la intención formal y estética del proyecto.